Semana Santa En Sabanalarga

Vivir la Semana Santa en el municipio de Sabanalarga (Atlántico) es una de esas experienciasque debe hacer parte de su itinerario religioso por esta época. Allí se conjuga todo lo necesario para tener un pleno acercamiento con los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Cristo.

Desde que se llega a su plaza central, las dos inmensas torres de su iglesia principal, San Antonio de Padua, parece que se perdieran intentando tocar el cielo y abrazando al visitante con gran cordialidad.

Un fuerte olor a incienso y un sol que pareciera brillar con más luminosidad por estos días trasportan a verdaderos momentos de recogimiento, reflexión y meditación acerca de lo que debe ser la experiencia del cristianismo, enmarcado dentro de un gran número de muestras de fe plasmadas en cada una de las ocho procesiones que desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección recorren las calles de la población, sumado a actos penitenciarios en donde es asombroso ver los cientos de personas que acuden al sacramento de la confesión como parte imprescindible para vivir una verdadera comunión con Dios.

La celebración en este municipio se inicia dos días del Domingos de Ramos en el llamado Viernes de Dolores, una procesión con la imagen de la Santísima Virgen o la ‘Madre Dolorosa’, vestida con túnica rosada y manto azul, adornada con flores, llevando su corona y corazón, ambos en plata, atravesado por una espada, que recorre las principales calles.

También hacen parte del programa el lunes Santo con la procesión del ‘Prendimiento de Jesús en el huerto de los olivos; el Martes Santo, al acto es con la imagen de ‘Jesús en la columna’, y el Miércoles Santo, la procesión de ‘Los 9 pasos’, que parte del templo San Antonio.

Hoy Jueves Santo es dedicado a Cristo como pan vivo bajado del cielo y llevado a su máxima expresión mediante el sacramento de la Eucaristía, y del nuevo mandamiento impuesto por Cristo, del amor al prójimo. Los tres templos, San Antonio de Padua, Cristo Redentor y San Agustín de Hipona, expone sus monumentos.

El gran día de celebración de la Semana Santa en Sabanalarga es el Viernes Santo. Desde las 6 de la mañana la población se reúne en un lugar retirado para dar inicio al Vía Crucis.

Las catorce estaciones son acompañadas de cantos. La imagen de Jesús con la cruz en hombros y de la Virgen Dolorosa van por todo el recorrido hasta llegar a la última estación, en el atrio del templo San Antonio de Padua.

Llegada la noche, el Sermón de las Siete Palabras es el preámbulo de la develación que se hace del cuerpo crucificado de Cristo y que al final de la séptima palabra es presentado luego que en el escenario, cerrado con cortinas blancas, es rasgado el velo y queda expuesto el drama más grande de la historia de la humanidad: ‘el calvario con Cristo, los dos malhechores a su derecha e izquierda, la Madre Dolorosa, Juan y los pocos que valientemente llegaron hasta el final.

El personaje que representa a Juan baja lentamente, según lo va indicando el sacerdote orador, y desclavando cada brazo, los pies, la corona de espinas y por último el descendimiento del cuerpo de Cristo, mostrado y levantado a los asistentes, luego llevado hasta los pies de la imagen de su Madre, y posteriormente colocado en el Santo Sepulcro para dar inicio a la solemne procesión al compás de la marcha ‘Miserere’, original del sabanalarguero Vespasiano Henríquez.

Custodian el Santo Sepulcro 180 hombres, quienes representan la guardia romana de la época y que se denominan ‘Los Centuriones’.

Los pasos de La Piedad, el Calvario, Nazareno, Dolorosa, Pedro, Verónica, la Cruz, La Magdalena, flagelado, Prendimiento y el Santo Sepulcro hacen parte de la procesión.

El Sábado Santo es la procesión de la ‘Soledad de María’, en la que las mujeres visten de mantilla y traje negro. El desfile parte del templo San Antonio. Y el Domingo de Resurrección el escenario es la plaza principal, donde Juan, María Magdalena y La Dolorosa repiten el encuentro con Cristo Resucitado.

En esta procesión los feligreses aplauden el paso de las imágenes y dan vivas al Cristo Resucitado. Los niños son vestidos de blanco.